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SanidadDesinfectantes y atención sanitaria: Dos términos que están estrechamente relacionados. Especialmente los que participan en el sector sanitario (consultas de médicos y dentistas, hospitales, residencias de ancianos, etc.) tienen una gran necesidad de desinfectantes de alta calidad. Los desinfectantes Sanosil con peróxido de hidrógeno potenciado para la desinfección de superficies por pulverización y limpieza o nebulizado para la desinfección de toda la sala son siempre una buena opción para los profesionales de la higiene.
Cuando Sir Joseph Lister utilizó por primera vez el fenol para desinfectar las operaciones en su hospital en los años 60, no tenía ni idea de que el uso de desinfectantes revolucionaría la medicina. Utilizando el ácido carbólico, que ya se había utilizado con éxito para la desinfección en el sector de las aguas residuales, consiguió reducir la tasa de infección de sus pacientes del 50 al 15 por ciento.
Unos años antes, Ignatz Semmelweis descubrió la importancia de la desinfección de las manos en los hospitales utilizando una solución de cal clorada como desinfectante. Sin embargo, sus colegas de la medicina se opusieron ferozmente a él y tacharon de absurdas sus teorías sobre los microorganismos y la importancia de las manos sin lavar en la salud o la supervivencia de los pacientes. Después de todo, eso habría significado que los propios médicos habrían causado la muerte de innumerables pacientes…
A más tardar, el trabajo de importantes microbiólogos como Robert Koch supuso un gran avance en la microbiología médica. Y, al mismo tiempo, comenzó la búsqueda de desinfectantes adecuados. Porque dependiendo del área de aplicación, se utilizan sustancias desinfectantes completamente diferentes.
Se descubrió pronto que, por ejemplo, los hospitales no necesitan los mismos desinfectantes para la desinfección de las manos que para la de las superficies. La desinfección del instrumental tiene unos requisitos diferentes a los de la desinfección del suelo en la consulta del médico, y la desinfección de la piel antes de las intervenciones quirúrgicas, a su vez, no debe confundirse con la desinfección del tratamiento de las heridas.
Por lo tanto, al comprar un desinfectante, es imprescindible prestar atención al uso previsto anunciado. Una selección incorrecta de los desinfectantes no sólo puede dar lugar a una falta de eficacia, sino que también puede provocar daños en el material (por ejemplo, por corrosión). Un desinfectante de manos, por ejemplo, es bastante inadecuado para la desinfección del suelo en las consultas médicas. Y un desinfectante para la desinfección de instrumentos no sirve como desinfectante de la piel.
No sólo difieren los requisitos para el uso previsto de un desinfectante, sino también su idoneidad para la desinfección. No sólo se diferencia el tiempo de exposición necesario, sino también si el certificado de idoneidad o la prueba de idoneidad se emitió según un procedimiento normalizado (prueba EN) con o sin carga orgánica. Los desinfectantes médicos suelen tener la siguiente eficacia:
Por lo tanto, a la hora de elegir un desinfectante, es importante tener en cuenta no sólo el uso previsto, sino también el rango de eficacia. Sólo si el uso previsto, la eficacia, el método de aplicación y el tiempo de exposición son compatibles, se puede utilizar el desinfectante.
